Las Islas Doradas: Descubran la Cultura e Historia de Georgia

Pronto aprendí que la Isla de St. Simons ofrece una variedad de actividades al aire libre y lugares históricos.

Justo a un lado del muelle de St. Simons, visité el Faro del St. Simons Island que sigue guiando barcos al estrecho de St. Simons y advierte de los muchos bancos de arena de la zona. Pensé que no podría con los 129 escalones que hay que subir, pero fue más fácil de lo que pensé y seguro valió la pena. Admiré impresionantes paisajes de la isla del St. Simons, Jekyll Island y Brunswick. El faro también tiene un interesante museo con varias exposiciones y dos tiendas museo. 

A unos veinte minutos del faro, manejamos hasta el Fuerte Federica. Considerado como un monumento nacional del siglo 18, el fuerte fue construido por los intereses de los británicos en contra de los españoles.

A dos minutos del fuerte, también visitamos la iglesia de Cristo, Federica. Con madera de diseño cruciforme y magníficos emplomados así como jardines con el cementerio de los primeros colonos y muchos georgianos famosos. 

Al sur de St. Simons encontrán la isla Jekyll y el hotel Jekyll Island Club. El hotel se fundó en 1886 como retiro privado de invierno de las familias más ricas de Estados Unidos con miembros tales como William Rockefeller, JP Morgan, Joseph Pulitzer, y William K. Vanderbilt. 

El hotel forma parte de Distrito Histórico Nacional Jekyll Island Club, uno de los mayores proyectos de restauración en curso en el sureste de Estados Unidos. Se pueden tomar excursiones privadas del distrito e incluso entrar a varias de las casas de campo tipo Victoriano de los miembros originales del Club!

Para ese entonces descubrí que había mucho más que historia y cultura en las Islas doradas. Por lo que decidí que tenía tiempo para explorar (y relajarme) en 8 kilómetros de playa privada del hotel The Cloister at Sea Island Resort. Inaugurado en 1928, este resort de clase mundial con una elegante variedad de amenidades, se mantiene para los mismos niños que alguna vez jugaron años atrás en la orilla del mar y que ahora traen a jugar a la misma playa a sus hijos y nietos, así como generaciones por venir.

En general, Las Islas Doradas de Georgia tienen tanto que ofrecer y yo por platicar, que ya me veo regresando uno y otra vez.

Hasta este entonces, y como los exploradores españoles, buscando oro en las Islas Doradas encontré “valiosos tesoros” representados por  lugares históricos en cada esquina, exóticos paisajes y playas doradas.