Punta Gorda: atracciones naturales, compras y restaurantes

¿Quién quiere visitar la Florida y acercarse a los animales del lugar? Como por ejemplo… ¡Lagartos! – Yo – respondió mi esposo emocionado mientras fuimos graciosamente recibidos por Cheryl, la gerente de excursiones del Babcock Ranch Eco-tours. De su cuello salió a saludar su rubia y escurridiza amiga Ole Yeller.

- ¿Quieres cargarla? - Nunca imaginé que aceptaría, pero Cheryl me dio seguridad para cargar esa víbora caza ratones color amarilla y otros animalitos más adelante. Enseguida Cheryl nos llevó por un recorrido de 90 minutos en un camión decorado en camuflaje a lo largo de Babcock Wilderness Adventures. La emoción continuó a través de este rancho de ganado con más de 360,000 m² acercándonos a la vida silvestre local de cuatro ecosistemas de la Florida de una manera muy personal. Por supuesto que vimos lagartos en sus pantanos y conocimos a la pantera Osceola y a un sin fin de aves que cantaban y volaban a nuestro paso.

¡Tomen una bici! – nos sugirieron cuando regresamos al hotel y decidimos salir a pasear por el centro de Punta Gorda. Y es que ésta tranquila ciudad fue la primera en Florida en adaptar el programa “Free Bike Loaner Program,” permitiendo que cualquiera pueda tomar prestada una bicicleta en diferentes puntos de la ciudad. Efectivamente el paseo resultó más pintoresco a dos llantas que a dos pies, sin embargo encontré varios transeúntes igualmente satisfechos paseándose por las calles caminando.

Aunque el centro de Punta Gorda es pequeño, hay lo necesario para pasarla bien. Paramos a comer en el restaurante Hemingway's Grille. Sin duda el lugar de moda para los amantes de los mariscos. Después, caminamos por las tiendas aledañas y nos montamos nuevamente en las bicis unas cuadras adelante a la no menos carismática “Aldea de los Pescadores;” un colorido conjunto de tiendas y restaurantes en el muelle de la marina. Muy a gusto para pasar el rato, tomarse un coctelito y tomarse la foto del recuerdo con la puesta del sol.