San Francisco, California: Aventuras al aire libre en esta joya urbana

Ubicado en el corazón de la ciudad, encontramos el Golden Gate Park (Parque Golden Gate) de San Francisco, que se extiende casi 5 kilómetros de este a oeste y 800 metros de norte a sur. Además de los prados y lagos bellamente dispuestos, un maravilloso jardín de invierno, una casa de té japonesa y un corral de bisontes, el parque también alberga el conocido de Young Museum (Museo de Young). Luego de un refrescante paseo a pie, a la par de ciclistas, corredores y aficionados de las patinetas, disfruté observando el arte contemporáneo exhibido con gusto en este museo de exclusivo diseño, que también ofrece una inolvidable vista en 360 grados del área de la bahía desde el piso de observación de la Torre Hamon. Justo al frente se encuentra la vanguardista California Academy of Sciences (Academia de Ciencias de California), uno de los museos de historia natural más grandes y ecológicos del mundo, que cuenta con un techo verde de plantas capaces de autoabastecerse.

Cuando una ciudad está rodeada de agua, como San Francisco, anhelas una playa, ¡y en la playa Baker este deseo se cumple con creces! Ubicada al noroeste de la ciudad, junto al distrito Presidio, la franja de 800 metros ofrece arena suave, tranquilas olas del Pacífico y una vista sensacional del Golden Gate Bridge. Por estas razones, atrae a lugareños y turistas por igual, para pasear, tomar sol o hacer un rico pícnic.

Después de la playa Baker, hice caso al deseo de internarme más profundamente en la naturaleza de San Francisco y me dirigí al pintoresco mirador Lands End Lookout en la Golden Gate National Recreation Area (Área Recreativa Nacional Golden Gate). Ya con información práctica y una buena taza de café del centro de visitantes, me puse en camino. Hay numerosos senderos interesantes para escoger. Opté por el Coastal Trail (Sendero Costero), que forma parte del famoso California Coastal Trail (Sendero Costero de California). Ofrece fantásticas vistas en cada rincón, así como la oportunidad única de caminar por el borde costero del continente americano.

San Francisco debería ser conocida como la ciudad de las incontables vistas. De vuelta en la urbe, culmino el día en el elevado Alamo Square Park (Parque Alamo Square), el corazón del barrio residencial del mismo nombre. Aquí los lugareños y los visitantes se reúnen para relajarse con un magnífico telón de fondo, formado por las célebres "Painted Ladies" (Damas pintadas) y el horizonte de San Francisco a sus pies. A medida que el ocaso arroja una hermosa luz sobre la bahía, desde el pasto de la colina, observo a los vecinos pasear a sus perros y puedo sentir en la distancia el comienzo de la vibrante vida nocturna del centro.

En este momento me doy cuenta de que no hay muchas ciudades en las que se combine la chispa cosmopolita con la vida silvestre de forma tan natural como en San Francisco. Y ni siquiera he hablado sobre la fantástica cocina, eso quedará para la próxima vez.