Skip to main content
Mark Twain Riverboat en el Mississippi en Hannibal, Misuri
1 de 10
Tom Sawyer’s Iconic White Fence in Hannibal, Missouri
2 de 10
Tom Sawyer’s White Fence at Mark Twain Boyhood Home & Museum
3 de 10
Tom Sawyers Home in Hannibal, Missouri
4 de 10
Mark Twain Riverboat in Hannibal, Missouri
5 de 10
Enjoying the Mark Twain Riverboat in Hannibal, Missouri
6 de 10
Navigating past Jackson’s Island in Hannibal Missouri
7 de 10
Mississippi River in Hannibal, Missouri
8 de 10
The Mark Twain Cave in Hannibal, Missouri
9 de 10
Aladdin’s Palace, Mark Twain Cave Complex
10 de 10
  • Estados:
    Misuri

Visite la ciudad que inspiró a Mark Twain

Samuel Clemens, una de las grandes figuras de la literatura estadounidense, escribió con tanta pasión sobre la vida en el Mississippi que Hannibal (con una población de 17,757 personas), el lugar donde creció, todavía se considera la ciudad ribereña más influyente. Ubicada entre dos grandes colinas y establecida como una parada obligada en la carretera Great River, Hannibal es una gran carta de amor, absolutamente adorable, a Mark Twain: su nombre se encuentra en la mitad de los carteles de la ciudad y los nombres de sus personajes, en la otra mitad.

La ciudad del río hecho famoso por el autor

Clemens adoptó el seudónimo “Mark Twain” en honor a su primer trabajo como piloto de un barco a vapor. Si las aguas poco profundas alcanzaban una profundidad de dos brazas (aproximadamente cuatro metros, lo suficientemente profundas para navegar), la tripulación vociferaba “mark twain” (marca dos). Twain creó algunos de los personajes más inolvidables de la literatura estadounidense: Huckleberry Finn, Becky Thatcher y Jim en las Aventuras de Tom Sawyer (1876); no obstante, con “Las aventuras de Huckleberry Finn” (1885) se ganó un lugar entre los grandes de la literatura.

El punto de partida para los fanáticos de Twain es la casa de la infancia de Mark Twain, unos seis edificios cerca del río que se conservaron tal como estaban, incluida la prolija casa blanca, de listones de madera y de dos pisos, donde vivió la familia en la década del cuarenta del siglo XIX; la casa de Laura Hawkins, que sirvió de musa inspiradora para Becky Thatcher; la oficina donde su padre, J. M. Clemens, ejercía el derecho; y la encantadora y antigua Grant’s Drug Store con la casa Pilaster en el piso de arriba, donde la familia vivió durante nueve meses luego de que J. M. se declarara en bancarrota en 1847.

En un atractivo edificio del centro de la ciudad, el museo y la galería de Mark Twain cuentan con una sorprendente colección de 15 pinturas al óleo originales de Norman Rockwell, a quien en la década del treinta se le encargó que ilustrara las ediciones especiales de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Los aficionados a la literatura pueden disfrutar del escritorio y los manuscritos originales de Twain, mientras que los niños pueden actuar escenas del libro en exposiciones interactivas.

Los fanáticos de Twain no querrán perderse la visita de una hora al Mark Twain Cave, que, en la actualidad, cuenta con aceras pavimentadas bien iluminadas, descritas en forma muy vívida en Tom Sawyer.

La locura por Mark Twain alcanza su punto máximo el fin de semana del 4 de julio cuando 100,000 personas acuden al lugar para disfrutar del evento “National Tom Sawyer Days” (los días nacionales de Tom Sawyer), un momento especial enmarcado por un desfile por la pequeña ciudad, fuegos artificiales, concursos de pintura de verjas y la coronación de los nuevos Tom Sawyer y Becky Thatcher de la ciudad, una competencia que se lleva a cabo entre los alumnos de 7.º grado (niños de 12 y 13 años) desde la década del cincuenta.

Si bien Clemens pasó sus últimos años en Hartford, Connecticut, con frecuencia regresaba a Hannibal a reunirse con sus viejos amigos en la atractiva mansión Garth Woodside, en la actualidad uno de los alojamientos con desayuno incluido (B&B) más encantadores del país: una casa de 1871 del estilo del segundo imperio construida sobre una colina, en las afueras de Hannibal. Está repleta de muebles de estilo victoriano y de calidad de museo, como el gran piano de cola Steinway, de 1869, y de encantadores detalles, como los pijamas extendidos en cada una de las ocho habitaciones, exquisitamente decoradas, incluida la habitación donde dormía Clemens.