Bandera: La capital mundial de los vaqueros

En Bandera, incluso las comidas pueden incluir un tema del oeste. En lugar de ensillar uno de los caballos que el rancho dispone para los huéspedes, preferí un paseo en carreta de heno para ir a desayunar.

Al final del camino, nos esperaba un abundante desayuno vaquero con huevos, tocino, papas y deliciosos bizcochos tipo albóndiga. Después, mientras escuchaba música country en vivo, tuve que contener la respiración cuando Kevin Fitzpatrick, campeón de trucos con cuerda, hizo girar un lazo sobre mi cabeza. ¡Afortunadamente, lo había hecho antes!

Mi primera parada fue el Frontier Times Museum (Museo Frontier Times), que alberga una curiosa colección de objetos. Desde lo maravilloso hasta lo a veces extraño y de lo educativo hasta lo simplemente interesante, el museo presenta una ecléctica selección de artefactos del pasado. El museo fue inaugurado en 1933 por J Marvin Hunter Sr., quien creía que, si un artefacto era importante para el donante, era importante para todo el mundo. No se descartó ningún objeto.

Buscando otras actividades entretenidas, fue genial encontrarme con la recreación de un duelo o tiroteo en el pueblo fantasma del complejo Flying L Hill Country. También hay recreaciones semanales de tiroteos durante todo el año en el centro de Bandera. Todos los hombres que participan son voluntarios. Su compensación les llega en forma de uno o dos helados de la tienda de artículos generales después de que terminan de brincar y caer muertos ante el público. Los que llegan a caballo al espectáculo, algo que vi en más de una ocasión, se los invita a usar los postes para amarrar caballos que hay a lo largo de la calle.

Después de una rápida clase de uso del látigo, me presentaron a Casino, un hermoso ejemplar macho de 1000 kilogramos. Me asignaron este buey Texas longhorn para montarlo por mi cuenta. Salimos para hacer un recorrido por la ciudad. Nos guió una carreta tirada por caballos llena de gente del lugar. Una hora después, levemente despeinada, pero llena de energía, me desmonté de Casino y fui al bar para pedir una cerveza Texas Shiner bien helada, acompañada por chile casero.

El final perfecto para mi día fue bailar un "two-step" texano en el suelo cubierto de aserrín con todos los amigos que hice durante el día. Me sentí una más de la familia y ya estaba haciendo planes para mis próximas vacaciones en Bandera.