Guía con los mejores consejos para disfrutar de la Indianapolis 500

Gracias a la gran capacidad de asientos del autódromo Indianapolis Motor Speedway, puedes encontrar entradas a precios asequibles. Visita el sitio web del autódromo y elige entre los boletos de tribuna, que cuestan a partir de USD 50 y ofrecen mejores vistas, o los boletos de entrada general, que cuestan USD 40 y te dan acceso al campo interior. En esa página, también puedes comprar boletos para eventos relacionados, como los conciertos y las carreras de calificación mencionados anteriormente.

Si bien no hay asientos malos para la carrera Indianapolis 500, no esperes poder ver toda la pista desde el tuyo (ya que tiene 4 kilómetros de circunferencia). Para disfrutar de la mejor vista y experiencia, el sitio web independiente Indy Motor Speedway sugiere comprar boletos para asientos cerca de las esquinas de la pista, ya que tienen un buen campo de visión y es donde suelen tener lugar las carreras más emocionantes, o que estén orientados al este o al sur, para que el sol no te dé en la cara.

Mientras que el piloto ganador suele beber leche, o verterla sobre su cabeza, en el círculo de los ganadores, las bebidas de los espectadores suelen ser un poco más potentes. A diferencia de otros numerosos eventos deportivos de alto nivel que se asocian a un coctel emblemático, la bebida preferida en la Indianapolis 500 es la cerveza. Se vende en la pista y también puedes traer la tuya (no se admiten botellas de vidrio). Busca las cervezas locales de Sun King y Flat 12, que son deliciosas y difíciles de encontrar fuera de Indiana.

El Indianapolis Motor Speedway permite acampar en sus instalaciones en tiendas de campaña y vehículos recreativos. Para un alojamiento más cómodo, hay varios hoteles y moteles económicos ubicados a menos de 3 kilómetros de la pista. Muchas cadenas hoteleras internacionales tienen grandes ofertas en el centro, a aproximadamente 8 kilómetros al sureste del autódromo. A esa zona también están llegando elegantes hoteles boutique.

Al igual que en muchas otras ciudades de Estados Unidos, Indianápolis se centra en platos sencillos, frescos y locales. Muchos de los lugares más modernos de la ciudad están en Massachusetts Avenue, entre las calles North Delaware y North Davidson. Si buscas restaurantes y vida nocturna más informales, aunque eclécticos, visita Broad Ripple Village, a 17 kilómetros al noreste del autódromo. Y en el centro está el icónico St. Elmo's Steak House, que abrió sus puertas en 1902. Es famoso por su cóctel de camarones picante. Consejo: Exprime limón sobre los cuatro camarones grandes para diluir el ardor.

El museo autoproclamado el más grande del mundo dedicado a los niños, el Children's Museum of Indianapolis (Museo de Niños de Indianápolis) tiene 11 galerías importantes que abarcan diversos temas, como el arte, las culturas del mundo y las ciencias naturales y físicas. En el Dinosphere (Dinoparque), los niños pueden excavar huesos de dinosaurio y ver uno de los esqueletos de Tiranosaurio Rex más completos jamás descubiertos.

La colección del Indianapolis Museum of Art (Museo de Arte de Indianápolis) cuenta con más de 54 000 obras que cubren 5000 años de civilización humana. Además de pinturas de El Greco, Monet, Rembrandt y Renoir, las galerías de pintura y escultura europea hasta 1945 incluyen una de las pocas obras de Caravaggio fuera de Europa.