Pregúntale a un lugareño acerca de Puerto Rico

Hospédate en el Dreamcatcher Guest House, un pequeño bed and breakfast ubicado en el joven y popular barrio de Ocean Park. A pocos pasos de la playa, este acogedor hotel boutique está muy a la moda y tiene una onda bohemia con toques new age extravagantes. También se ofrecen clases de yoga y meditación, duchas al aire libre y un delicioso desayuno vegetariano orgánico que te ayudará a recargar energías después de una larga noche de cócteles y bailar salsa. También podrás ver más de una lagartija y los perros residentes son un plus. Si necesitas una dosis de ambiente colonial de Viejo San Juan, dirígete al convento. El hotel El Convento, mejor dicho. Este antiguo convento de las carmelitas de 350 años de antigüedad albergó a monjas por 252 años antes de ser cerrado, abandonado y de ser por cuatro décadas un lugar donde los indigentes buscaban refugio. Hoy, este lugar cuenta con tres restaurantes, lujosas habitaciones, una piscina de inmersión, un jacuzzi y además te recibirán con un vino de bienvenida. Si solo las paredes hablaran.

Por fuera no hay mucho que ver. Ni siquiera tiene un letrero. Ni un sitio web. Pero repartido en varias habitaciones en un edificio de 400 años en Viejo San Juan, La Factoría es cuatro bares en uno: un bar de cócteles, uno de vinos, otro de salsa y una cervecería. Juntos, la gente los considera uno de los mejores bares del mundo y han sido reconocidos por traer de vuelta la cultura de los cócteles a la isla. Los lugareños recomiendan la refrescante Lavender Mule, una variación del clásico Moscow Mule, que contiene vodka, jugo de lima, cerveza de jengibre y jarabe de lavanda. Es perfecto para un día caluroso. 

Lote 23, un colorido parque gastronómico en Santurce, el distrito artístico y musical de la ciudad, tiene decenas de carros de comida, un escenario para música en vivo, mesas de pícnic y "la comida que quieras". En uno de los puestos (una croquetería), podrás encontrar 10 tipos distintos de croquetas, mientras que en otro (Baoricua) encontrarás una variación puertorriqueña de los panecillos suaves cocinados al vapor al estilo asiático; se llaman bao. En otro puesto (Caneca Coctelería Móvil) encontrarás solo cócteles hechos con jugos frescos del lugar. Ve por comida, pero quédate a jugar Jenga con tus nuevos amigos.

De día, esta plaza de Santurce, La Placita, es un mercado agrícola. Sin embargo, de noche es un lugar abierto para bailar, pues las calles se cierran al tráfico vehicular. Los ancianos juegan a las cartas, las parejas se abrazan fuertemente y los bares y restaurantes del vecindario se repletan de gente, música y del olor de las delicias caribeñas. Prueba el plato favorito de la región, el mofongo, hecho con plátanos molidos y carne en el José Enrique, un local de la vieja escuela que ofrece platos tradicionales puertorriqueños en un menú tan rotativo que simplemente se garabatea en una pizarra. Ahora, si estás buscando una nueva imagen de una feria tropical en un comedor que se sienta como una jungla mágica, visita Santaella Consejo: pide el Ahi Tuna Pintxos con chicharrón de papel de arroz. 

Si necesitas una pausa de la energía de San Juan, dirígete a El Yunque National Forest (Bosque Nacional El Yunque) a una hora de la capital. Te encontrarás en un bosque tropical de más de 11 700 hectáreas, uno de los lugares con mayor biodiversidad del país. Toma un curso de tirolesa que se ofrece en el parque y vuela de un árbol a otro como un colorido iguaca, un loro de Puerto Rico.