Diamantes, plantaciones, pantanos y cervezas artesanales: joyas del sureste

Apenas aterrices en el Louis Armstrong International Airport de Nueva Orleans, te darás cuenta de que esta es una ciudad distinta de todas las demás de Estados Unidos. Es un caleidoscopio de comida, música, arquitectura y fiestas que hacen honor a su especial mezcla de herencias étnicas, desde cajún y afroamericana, hasta criolla, europea y caribeña. Podrás palpar este crisol mientras paseas por las calles y los vecindarios: en los edificios de estilo gótico y victoriano, en las fiestas de boda que llenan Jackson Square (Plaza Jackson), o en los extravagantes desfiles que pasan lentamente por el French Quarter (Barrio francés). Lo notarás en platos únicos, como la sopa de tortuga de The Court of Two Sisters, o en el gumbo, beignets y jambalaya que se sirven en los restaurantes de la zona. Además, podrás escucharlos en los sonidos que emanan de cientos de clubes de jazz, tabernas de blues y festivales de zydeco, y también podrás apreciarlos con la vista en recorridos especiales que te permitirán explorar temas como el vudú, las antigüedades y los cementerios. Antes de salir de la ciudad, sumérgete en la naturaleza de Nueva Orleans, en lugares como el Audubon Nature Institute (Instituto Natural de Audubon) o en un recorrido en barco de vapor de ruedas por el Mississippi River (río Mississippi).

La ciudad capital de Luisiana ofrece tendencias criollas y cajún cosmopolitas en el centro, pero está rodeada de grandes plantaciones históricas que ofrecen un pantallazo del siglo XVIII, además de pantanos llenos de vida silvestre. Comienza en el centro de Baton Rouge, donde encontrarás muchas actividades para mantenerte ocupado, desde el Shaw Center for the Arts (centro de las artes Shaw), hasta más de 400 restaurantes, camiones de comida y mercados de agricultores. Obviamente, debes recorrer los edificios del capitolio antiguo y el nuevo: el Old Capitol Building cuenta con un museo en el interior de una maravilla gótica que mira al Mississippi River, mientras que el nuevo Capitol Building te cautivará con altísimas vistas de la ciudad y magníficos jardines. Cuando sigas hacia Francisville, haz una parada en una de las tantas y bellas casas de plantaciones ubicadas al costado de la Route 61, o déjate caer en Teddy’s Juke Joint, un excelente local para disfrutar escuchando a distintos DJ y música en vivo.

Tanto los entusiastas de la arquitectura como los amantes de la naturaleza pueden encontrar algo que admirar en St. Francisville, lugar de plantaciones, un distrito histórico y numerosas actividades al aire libre. Empieza en el West Feliciana Historical Society Museum (Museo de la Sociedad Histórica de West Feliciana) para una visión general de la historia de la parroquia y, luego, haz un recorrido a pie por las iglesias, casas particulares, la corte de justicia Georgian Revival, restaurantes y tiendas en el centro. Observa el estilo gótico de la Grace Episcopal Church (Iglesia Episcopal Grace) y la tradicional estructura de casa de campo de las muchas viviendas que hay en el distrito. Cuando te canses de la ciudad, camina o recorre en bicicleta las áreas verdes de la parroquia o prueba la observación de aves en Cat Island National Wildlife Refuge (Refugio Nacional de Vida Silvestre Cat Island). Te ayudará a quemar algo de energía antes de volver al auto y continuar hacia el norte, hasta la zona de Alexandria y Pineville.

Las dos caras de los primeros días de la sociedad de Luisiana se pueden ver en Alexandria y Pineville: el esplendor de los ricos habitantes de las haciendas y las condiciones espartanas en las que vivían los granjeros criollos más pobres. Kent House, una hermosa hacienda de estilo colonial francés que data de 1796, ofrece una mirada a las culturas francesa, española y estadounidense que influyeron en Luisiana. En el otro lado de la ciudad, puedes visitar Epps House, una cabaña criolla de 1852 construida en parte por Solomon Northup, un hombre libre que fue secuestrado y cuya historia fue relatada en la película de 2013 "12 años de esclavitud". Cuando salgas de Alexandria, empápate del arte sureño y de Luisiana en el Alexandria Museum of Art (Museo de Arte de Alexandria). Luego, sigue hasta la Interstate 49 (carretera interestatal 49) para llegar a uno de los lugares más antiguos de Luisiana.

Cuando llegas al pueblo de Natchitoches (se pronuncia "naki-toch"), puede que no te parezca extraordinario, pero en realidad es el asentamiento más antiguo de Luisiana y se remonta al año 1714. Si miras de cerca, podrás ver su característico toque europeo, ya que en los días de su fundación, Luisiana todavía era parte de Francia. Recorre el extenso National Historic District (Distrito Histórico Nacional) en un carruaje tirado por caballos y haz paradas en la tienda general y en el cementerio. Otros lugares antiguos incluyen casas de haciendas y el Fort St. Jean Baptiste, que muestra los inicios de Natchitoches. En invierno, el Natchitoches Christmas Festival (Festival de Navidad de Natchitoches) ilumina la ciudad, mientras que en los meses de verano, puedes disfrutar de la puesta de sol sobre el Red River (río Red) mientras sales de la ciudad.

Sigue el Red River hasta los restaurantes, cruceros y el entretenimiento distintivo de Shreveport y Bossier. Gran parte de la acción se centra en el agua, donde los barcos convertidos en casinos ofrecen entretenimiento al estilo de Las Vegas, con discotecas, bares y música en vivo. En tierra puedes ir de compras hasta desmayarte en Louisiana Boardwalk Outlets, o cenar y beber en uno de los tantos bares de cerveza artesanal y restaurantes cuya especialidad es el camarón relleno al estilo Shreveport. También se incluyen populares actividades al aire libre, como golf, pesca y tirolesa, lo que da a Shreveport una reputación de destino ideal para deportistas. Pero la abundancia de diversas formas de entretenimiento no quiere decir que no hay atractivos de valor histórico o artístico en la ciudad; antes de dirigirte a Arkansas, haz un paseo en auto por el centro histórico. Está atento para ver las estatuas de la leyenda del blues Huddie "Leadbelly" Ledbetter y Elvis Presley, y el mural "Once in a Millennium Moon".

El peculiar pueblo fronterizo de Texarkana, Arkansas, se combina perfectamente con su gemela, Texarkana, Texas, y está impregnado de los sabores, los sonidos y la historia de ambos estados. El estilo musical del ragtime tiene sus raíces aquí: el aclamado compositor Scott Joplin nació en Texarkana, y en la parte de Texas del centro hay un mural que le rinde homenaje. A pocas cuadras se encuentra una pieza del colorido pasado de la ciudad, el Ace of Clubs House. Según la leyenda, esta casa de estilo victoriano italiano de 1885, construida en forma de club, fue financiada por una mano de póker ganadora. Puede que el Arkansas Municipal Auditorium (Auditorio Municipal de Arkansas), que una vez recibió a Elvis, Johnny Cash y Mae West, ya no esté, pero vale la pena visitar el restaurado Perot Theatre (Teatro Perot) de 1924. Antes de dejar la ciudad, obviamente tendrás que caminar por State Line Avenue, la frontera entre Arkansas y Texas, y observar la única oficina de correos que está en dos estados a la vez. Incluso fue construida con cantidades iguales de granito de Texas y piedra caliza de Arkansas. Pon los pies en el lado de Arkansas y comienza tu viaje al lugar donde nació un estadounidense muy famoso.

Hope no era más que un desconocido pueblito sureño hasta que Bill Clinton se convirtió en gobernador de Arkansas y luego en el 42.º presidente de Estados Unidos. Hope, su pueblo natal, inmediatamente se ganó un lugar en el mapa. Puedes recorrer la casa donde nació y ver exposiciones relacionadas en el centro de visitantes adyacente. Si deseas saber más de la vida del expresidente, tendrás que desviarte al Clinton Presidential Center (Centro Presidencial Clinton) en Little Rock, la capital de Arkansas. Si no estás interesado en Clintonia, sigue tu camino hasta Murfreesboro y lleva una pala.

Arkansas es conocida como The Natural State (el estado de la naturaleza) y The Diamond State (el estado de los diamantes), debido a atracciones como el Crater of Diamonds State Park (Parque Estatal Cráter de Diamantes), el sitio más famoso de Murfreesboro. Es el único lugar en EE. UU. donde puedes cavar en busca de diamantes, y quedarte con los que encuentres. El primer hallazgo en este cráter erosionado fue en 1906 y, hasta el día de hoy, se siguen encontrando gemas. Tienes que admitir que el concepto es algo tentador: por menos de USD 10 (y algo más para alquilar las herramientas de excavación), puedes entrar a la zona de búsqueda y tener la posibilidad de salir unas horas después con algo mucho más valioso que el precio de la entrada. Si sales con las manos vacías, no te preocupes; relaja tus músculos adoloridos en Hot Springs, la siguiente parada del itinerario.