Viaje por carretera en la Pacific Coast Highway

Comienza tu viaje por carretera en la PCH (Pacific Coast Highway, Carretera de la Costa del Pacífico) en San Francisco, una famosa hilera montañosa que combina paisajes naturales y urbanos. Con una vegetación abundante, la joya de San Francisco es el Golden Gate Park (Parque Golden Gate), que cuenta con un terreno de más de 400 hectáreas que alberga dos museos de clase mundial, un jardín de té japonés, una manada de búfalos, un molino de viento y mucho más. Recorre el parque antes de dirigirte a North Beach, un nexo único entre la cultura Beatnik y la italiana. Visita la vasta y emblemática City Lights Bookstore antes de disfrutar algo de beber en el muy concurrido Vesuvio Cafe (que, a pesar de su nombre, es un bar muy acogedor, justo en el callejón Jack Kerouac). A pasos de North Beach encontrarás el Chinatown más antiguo de América del Norte, con restaurantes locales muy decorados y ajetreados. Dirígete al animado Ferry Building, ubicado en la costa, donde podrás disfrutar de la vista de la bahía y aprovisionarte de deliciosos bocadillos locales antes de volver a la carretera.

En tu camino a Santa Cruz desde San Francisco, haz una parada breve en Devil's Slide, una franja de tierra de 2 km que en el pasado fue parte de la Highway One (Carretera Uno), pero ahora es un pintoresco paseo a pie en Pacifica. Si te quedaba alguna duda sobre tu viaje por la PCH, las increíbles vistas del océano las disiparán a medida que recorres los asentamientos costeros. Antes de llegar a Santa Cruz, un centro del surf, haz una parada en Felton, una tranquila ciudad montañosa ubicada en las cercanías, entre las secuoyas. Refréscate en la Monty’s Log Cabin (su apariencia rústica hace honor a su nombre), la cual ofrece una soleada terraza trasera. Luego, visita el Bigfoot Discovery Museum (Museo de descubrimiento de Pie Grande) para que descubras todo sobre el críptido favorito de California. Por último, dirígete a Santa Cruz, una alegre ciudad costera que cuenta con una universidad, secuoyas impresionantes y olas que atraen a surfistas de todo el mundo. Fundado en 1907, el Santa Cruz Boardwalk (Malecón Santa Cruz) ofrece montañas rusas a la antigua con vistas del Océano Pacífico, una sala de juegos y el inconfundible aroma de mar, algodón de azúcar y hot dogs. ¿Quieres escuchar una anécdota? Aquí se filmaron escenas del clásico de los 80, "Los muchachos perdidos".

Verás montañas irregulares cubiertas con bosques de secuoyas de ensueño que llegan hasta la costa. Si bien puedes acampar en los bosques, quienes prefieran una cama deberían considerar la posada Deetjen’s Big Sur Inn, donde te sentirás como si visitaras a tu fabulosa tía bohemia. En las cercanías encontrarás la Henry Miller Memorial Library (Biblioteca en Memoria de Henry Miller) y, cuando las caminatas te despierten el apetito, podrás saborear la gastronomía clásica de California (¿alguien dijo vino y productos frescos regionales?) en Nepenthe, una terraza en las alturas donde te espera una hermosa vista del océano.

En tu camino hacia Cambria, visita el criadero Piedras Blancas Friends of the Elephant Seal (Amigos del elefante marino de Piedras Blancas), donde muchos de estos pinnípedos de nariz grande descansan, se aparean y pelean. (No te acerques mucho, pues estas criaturas pueden pesar más de 4000 kg). Continúa hacia este encantador pueblo costero que alberga costas rocosas, riscos y pozas de marea con abundante vida marina. Sírvete una generosa porción de pastel de olalias con helado de vainilla en el Linn’s Restaurant, el pilar de Cambria.  

En Morro Bay, una pequeña ciudad en (¡sorpresa!) una gran bahía y estuario, podrás ver la diversa fauna de California. En el Morro Bay State Park (Parque Estatal Morro Bay), te encontrarás con diversos animales silvestres, como garzas azules, mariposas monarca, colibríes y, por supuesto, adorables nutrias marinas. El parque ofrece senderos, un pequeño museo y bancas para hacer picnic, lo que lo convierte en una parada ideal en tu viaje por carretera si se te despierta el apetito o deseas estirar las piernas.

Sigue por la PCH hasta la ciudad universitaria de San Luis Obispo, también conocida como SLO, donde encontrarás atracciones extravagantes, como el colorido Bubblegum Alley (Callejón Bubblegum). Antes de que te vayas, no olvides probar los vinos locales en uno de los más de 30 viñedos cercanos, o bien date una vuelta por el Point San Luis Lighthouse (Faro Point San Luis) para respirar un poco de aire fresco y disfrutar del increíble paisaje. Si bien la ciudad tiene excelentes opciones de alojamiento, la divina y llamativa posada Madonna Inn ofrece habitaciones temáticas, como la cavernícola y la de tipo barco con teatro. No es necesario que pases la noche aquí para disfrutar de su estrafalario interior, que contiene murales del Viejo oeste, candelabros decorados, papel tapiz aterciopelado y muchísimo color rosa. Pide un trozo de pastel (también rosa) en el mostrador y déjate llevar por la atmósfera del lugar.

Seguramente no planeabas detenerte en Dinamarca en tu camino hacia la costa, pero aquí estás. Fundado en 1911 por pioneros daneses, Solvang es una versión en miniatura de Dinamarca y alberga muchas panaderías danesas. Maravíllate con la arquitectura tradicional y observa las reproducciones exactas de la estatua de la Copenhagen's Little Mermaid (Sirenita de Copenhague), la Round Tower (Torre Redonda) y los homenajes a Hans Christian Andersen. Tras un corto viaje desde Solvang, encontrarás la encantadora y rústica ciudad de Los Olivos, que está rodeada de amplios viñedos en el Santa Ynez Valley (valle Santa Ynez). Prográmate para las degustaciones en viñedos como Demetria, donde disfrutarás tanto de los vinos rosados como del paisaje montañoso. 

Santa Barbara es la encarnación perfecta de las dos personalidades de California: el relajo playero y la ostentación. Esta ciudad está repleta de casas de adobe, arquitectura neocolonial española y mansiones (Oprah tiene una propiedad en este lugar). Luego de una lección de historia colonial en la Old Mission Santa Barbara (Antigua Misión de Santa Bárbara), explora y visita las tiendas del humilde distrito artístico de la ciudad, conocido como la Funk Zone. Deléitate con los churros con leche o el helado Boysenberry Rose Milk Jam en la heladería McConnell’s Fine Ice Creams y deslúmbrate con los mariscos frescos y las vistas del océano en Enterprise Fish Co. donde encontrarás ostras por 1,5 dólares durante el happy hour. Si necesitas más aventura, viaja 20 minutos hacia el interior hasta Cold Spring Tavern, un bar y restaurante fundado en 1886 como una parada para diligencias. Luego, aprovecha el agradable clima y diviértete con una película en el Westwind Drive-In.

Deja que el bar Neptune’s Net sea tu puerta de entrada a Los Ángeles. Ubicado justo en la PCH, este bar de mariscos y cerveza en Malibu destaca por su letrero retro. Es el lugar favorito tanto de ciclistas como de estrellas de Hollywood. Desde su apertura en 1956, ha aparecido en muchas producciones, desde Point Break (Punto de quiebre) a Gossip Girl. Avanza hacia Los Ángeles, donde verás una muestra de las aparentemente infinitas personalidades de la ciudad: el antiguo glamour de Hollywood en Mulholland Drive y en el hotel Chateau Marmont, la cultura hipster en Silver Lake y en Echo Park, pozos de brea y museos de arte de primera clase, Disneyland, centros comerciales y mercados de alimentos a la antigua.